Algunos ya empezaron a planificar sus convivios navideños, otros a disfrutar de ellos porque: ¡Esta es la época de las reuniones! La Navidad nos invita a compartir con la familia de una manera más cercana, celebrando el amor, la unidad, la pertenencia y la identidad de cada núcleo. También es momento oportuno en el que se recuerda a familiares que están lejos y a los que ya no están y siguen siendo parte nuestra. Para otros, es momento de reflexión para agradecer y proponerse ser mejores seres humanos.

Les pregunto qué idea les viene a la mente si escuchan convivio? Algunos dirán: fiesta, familia, comida, ponche, música, encuentro, risas; por mencionar algunas ya que es lo que en términos generales conlleva un convivio de fin año. De acuerdo con la RAE: (Real Academia Española) convivio está relacionado con la palabra banquete y convite. Pensaba que es un momento en el que se planifica el menú más importante del año para compartir y agradar a las personas más queridas y significativas de nuestra vida. Lo anterior me llevó a lo que dice el Salmo 133:1 “Mirad que bueno y delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía. Hoy quisiera dejar algunas sugerencias para incluir en nuestros convivios navideños:

Armonía: de acuerdo con el diccionario significa: “la relación buena o de paz”. Si se habla de música se puede decir que es la unión o combinación de dos o más notas que se ejecutan al mismo tiempo.

Cada familia tiene una forma de relacionarse, por eso la armonía es indispensable ya que tiene que ver con la forma en que nos hablamos, nos tratamos y es a través de ese intercambio que se fortalece y contribuye a un ambiente de aceptación; a pesar de las diferencias individuales pues incluso estas le dan sabor e identidad a la familia.

Delicias: qué palabra más agradable al oído… te invito a pronunciarla. Su significado refiere a “placer muy intenso del ánimo. Sugiero que pensemos en la alegría, el cariño, los abrazos y buenos deseos de los unos por los otros hace que los momentos del convivio sea algo “delicioso, agradable”, que nutra el corazón no solo nuestro cuerpo y que brinde sostén emocional para vivir y enfrentar cada día, sabiendo que se cuenta con personas que nos aman y que estamos acompañados por pertenencia.

Unidad:  una de las connotaciones que se le da es: “propiedad de todo ser que no puede dividirse sin que su esencia se destruya o altere. En el contexto de los convivios que hoy nos ocupa puede significar el estar juntos, no cada uno por su lado porque entonces la familia se altera.  Se necesita unidad para compartir con cada uno interesándonos por su vida, sus rutinas, objetivos y objetivos personales… desde el más pequeño hasta el abuelito/a. Todos tienen una vida interesante. Podemos conversar, motivar, dar consejos y disfrutar de conocerlos más y actualizarnos. También estar juntos significa unir esfuerzos para ayudarnos, apoyarnos, incluso tenernos paciencia y darnos ánimo para salir adelante.

Deseo que estas sugerencias que fueron enseñadas por el Rey David nos sirvan a todos en esta Navidad para vivir en amor, en la anhelada paz,  fortaleciendo los lazos de familia que son los que nos acompañaran el resto de la vida y los que trasladaremos a nuestros hijos e irán con ellos de generación en generación.

Sígueme en
Sígueme en

© Claudiacuyun.com 2024. Todos los derechos reservados.